Siiiiiii, ¡reto conseguido!
La historia entre el hojaldre y yo es larga y ardua, una relación amor odio llena de errores y fracasos. Y es que, aunque en principio parezca fácil, trabajar el hojaldre no es nada fácil, ya que hay demasiados factores que influyen en él como la temperatura, si es congelado o fresco, el ventilador del horno, el amasarlo o no...
Vamos que me he pasado media vida pensando que el hojaldre y yo no estábamos hechos el uno para el otro hasta que, casi por casualidad, descubrí mi salvación: ¡el hojaldre del Lidl!
Maravilloso, estupendo, espectacular, todo se queda corto para definirlo, es el mejor hojaldre que podáis imaginar, y además extremadamente sencillo de trabajar porque ya viene perfectamente estirado, sólo hay que cortar y utilizar.
Y como me encanta el hojaldre de manzana, después de mi redescubierta pasión por él, decidí buscar una receta ligera con hojaldre para la cena de Nochevieja, y buscando buscando me decidí por hacer una trenza de hojaldre.
INGREDIENTES
- Una lámina de hojaldre rectangular
- 2 manzanas grandes ó 3 pequeñas (golden, pink lady, grand smith, reineta o mezcla)
- 40gr de nueces picadas
- 10gr de avellanas picadas
- 30gr de pasas sultana
- 50gr de chocolate con leche
- 20gr de mantequilla en daditos
- 2 cucharadas de azúcar
- Una copa de ron oscuro
- Un huevo
- Canela en polvo
- Azúcar glass y fideos de chocolate para decorar
El primer paso es dejar macerar las pasas en el ron durante al menos dos horas.
Precalentamos el horno 180º
Pelamos y cortamos las manzanas en dados (yo os recomiendo poner dos variedades diferentes para darle textura, por ejemplo golden y grand smith), las ponemos en una fuente apta para microondas junto con el azúcar y la mantequilla, y las metemos durante 7 minutos a máxima potencia. Sacamos, damos unas vueltas y reservamos durante 5 minutos para que se templen.
Desenrollamos nuestra lámina de hojaldre y espolvoreamos azúcar y canela por toda su superficie (al gusto, yo le puse una buena cantidad de canela).
Colocamos la manzana asada en el centro de nuestra placa con cuidado, formando un pasillo recto.
Escurrimos las pasas con ayuda de un papel absorbente para que queden secas y las colocamos por encima junto con las nueces troceadas, las avellanas y el chocolate en daditos (4 dados de una pastilla aprox.). Yo usé chocolate con leche para no enmascarar demasiado el sabor de la manzana, pero si lo preferís podéis usar chocolate negro y quedará mucho más intenso.
Ahora llega la parte de decoración. Debemos cortar los bordes de la lámina en tiras diagonales para hacer nuestra trenza, procurando que todos sean del mismo grosor y que coincidan lo mejor posible en uno y otro lado. Empezamos cerrando la cabecera y colocando la primera tira de lado izquierdo hacia la derecha. Después colocamos la primera tira de la derecha hacia la izquierda por encima de la que ya tenemos y repetimos hasta el final de la trenza.
Pintamos toda la superficie con huevo batido para que adquiera un bonito tono dorado.
Colocamos con el papel vegetal sobre una placa de horno y lo metemos 5 minutos a 180º con calor arriba y abajo y ventilador. Apagamos el ventilador y lo dejamos otros 6 minutos. Lo sacamos y lo dejamos sobre la bandeja 5 minutos para que se temple, lo pasamos a una bandeja y lo decoramos con azúcar glass y fideos de chocolate.
¡Listo! Y además buenísimo y nada pesado, vamos que no sobró ni un poquito para el día siguiente.
Esta trenza podéis comerla tanto fría como templada, aunque personalmente me gusta más cuando está fría porque el azúcar carameliza un poco la manzana y deja una especia de sirope gelatinoso buenísimo que si lo tomáis en templado se escapa por los bordes y estando frío no.
Y esto es todo por hoy, aunque ya tengo preparadas otro montón de recetas para enseñaros :)
Receta basada en Mis deseos más dulces un blog estupendo que merece la pena seguir.